Siempre me gustó el mundo de los romanos, que ahí sigue sentando cátedra con sus desaciertos. Los últimos días de Pompeya se titulaba esa pelí de donde Sergio Loene codirigía y coescribía el guión. A mi me encantaba en cine de sesion continúa Oraá, Velázquez o Lopez de Hoyos, patatas fritas a la inglesa. Empezaba bien acababa regular, no es que las cosas acaben mal es sencillamente que acaban no somos eternos o el honor es patrimonio del alma y el alma...La ciudad de Pompeya hace tiempo que mejora recupera su pasado esplendo, resurge de las cenizas. La he visitado varias veces, incluso sin público, hay mucho que ver. Llegan dos momias que quedaron de la erupción después de esa lluvia de lava y fuego, han salido a la luz un esclavo con su dueño que les cogió en las patatas, los científicos han calculado la edad alrededor de veinte el esclavo el doble el propietario, ambos calcinados. Los ves expuestos, son muy parecidos, en la postura, el recubierto, no sucede con las trabajadas momias egipcias, o las guanches, en el Nilo era una cuestión de pasta, situación social, categoría, podían hacer un trabajo fino para toda la eternidad, con tus juguetes favoritos, cruzar el río, con barca incorporada, para jugar eternamente al teto. Soy más de don Antonio, casi desnudo como los hijos de la mar. Es muy humano querer perpetuarse, tan humano com inútil.
lunes, 23 de noviembre de 2020
Cuando te pillan en las patatas.
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