Love actually, tiene esas cosas de que todo gira alrededor del amor, es muy anglo-sajón o muy de Hollywood. No sé como vivíamos antes de 1776. Allí en USA se dicen constantemente I love you, se casan mucho, les gustan las bodas y luego hacen cosas chocantes, eso si I love you and I love you too, baby o darling como el padre de Wendy.
Marineros, soldados, solteros, casados,..., algo así sonaba la canción en otros tiempos. Supongo que al aproximarse lo de las uvas y la Puerta del Sol petando con la Pedroche o cualquiera, te presionan para que despidas el año, feliz salida y entrada, antes Felices Pascuas o Feliz Navidad. Australia es una isla, muy grande, más que Europa incluida la mitad de Rusia. Ya sabemos quién la colonizó, el idioma que se habla y como se conduce con el volante a la derecha. Creo que ha vivido aislada del mundo que le dió a luz, los aborígenes han cogido protagonismo con efectos retroactivos. No llegan a los 28 millones de habitantes, quiere decir que hay mucho espacio sin ocupar. Son prósperos y controlan muchos aquellos factores que pueden desequilibrar. Tiene mucha gente en el mundo del cine y los deportes. Yo conozco a una medallista oro en Tokio 2016 que quizá vuelve a por otra, da clases de natación.
A la salida de un cine, Avatar 3, corta, un australiano se ha acercado y me ha preguntado de donde era, luego que me parecía Australia. Le he remitido a este escrito. Pasmao.
No he puesto anuncios diciendo donde estoy pero claro te felicitan la Navidad, dicen de verte y eso físicamente no es posible, menos mal que tenemos medios de comunicaciones magníficos como en Love actually.
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