El poder del vino.

Vamos a dejar las modas aparte, el marketing de ventas o los intereses globales, el vino es un placer con moderacion y presenta el reto de tener que beberlo ( catarlo con gusto y criterio o saborearlo ). Generalmente aquellos que conozco que saben de vinos es porque han bebido en su vida para adquirir la sabiduria.
En Los Angeles hace calor.
Su Union Station es un monumento arquitectonico, construido en tiempos en que aquellas actrices paraban la salida de un tren para ir a recoger un Oscar al Roosevelt, en plan cena, como C. Colbert en " It happened  one night ", una de esas pelis perfectas. Luego volvio al tren, ella creia que no se lo darian.
La estacion esta reluciente, llena de viajeros; algunos afortunados pueden coger el tren a Chicago a la otra Union, sale muy caro y pocos viajan por placer. Ocupando varios halls y patios el vino de Rioja se promociona en los USA.
La gente paga generosa y entusiasta por probar un Crianza, Reserva o Gran Reserva de marcas conocidas en Hispania que intentan abrir o consolidar mercado; ademas hay quesos de regiones variadas y jamon de bellota. Un seminario sobre vinos y comida variada, con arroces y carnes.
Una paella de conejo y pollo esta magnifica.
Como la cosa empieza a las 1130 me imagino que tanta delicia hispanica resultara dura de digerir, pero el publico se presta generoso al experimento.
Antes dandome una vuelta por lo mas viejo de la ciudad vi una placa con sus fundadores alla por el XXVIII, alli aparacen nombres y edades de hombres y mujeres, son compatriotas nuestros, negros o mulatos, asi figuran en el bronce. Probablemente no eran lo mejor de cada casa, esos se quedaban en la Madre Patria, pero aquellos nombres despertaron mi simpatia. Las condiciones debieron ser duras, muy duras, en esa vida que les toco en suerte. No mezclaron nunca un Muga con queso Mahones y bellota iberica, se tuvieron que acostumbrar a lo que les daba la tierra y agradecer el estar vivos.
Eso es lo que deberiamos hacer todos, por ello brinde con mis ancestros.