lunes, 9 de mayo de 2016

Tipos de despedidas.

Un famoso merengue de la Republica Dominicana se titulaba " Abusadora".
Su letra decia algo asi ... " tu me dejastes tu me querias,...Abusadora, torturadora"
Supongo que era un lenguaje sexy, no una conclusion de una encuesta.
Una encuesta, que no he desmenuzado, nos pone a los hispanos, nordeste separatistas supongo incluidos, como torturadores, corruptos, incapaces de matar a un animal, y muy tolerantes (justificando nuestros errores u omisiones pricipalmente).
En lenguaje castizo " Unos calzonazos".
No es lo mejor que pueden decir de nosotros.
Desde luego esa descripcion de aquel ibero, con sus muchos defectos, pero que era un tipo rocoso, luchador, que no se rendia y al cual no le hacia mucha gracia que le tocasen las narices, se ha debido perder en el pasado. Supone un importante cambio y no una evolucion positiva.
Mira que torturar, pero luego no ser capaz de hacer nada a un gato (?) o justificar las fechorias cuando nos afectan a nosotros. T
Toda apunta a cobardia. El valor algo que parecia que llevabamos en la sangre y nadie ni nada podia arrebatarnos se ha esfumado. Nuestro tesoro de Peter Pan.
Si fuese cierto lo de la encuesta no es tan grave, porque podemos vencernos a nosotros mismos por complicado que parezca. A lo mejor es solo confusion. Hemos perdido fundamentos, principios, maneras, educacion y lenguaje para llaman a las cosas como son sin miedo.
Nos hemos hecho blandos, fofos e insulsos; nos hemos confundido.
Dice el portero Casillas ( otro permanente confuso) que " que todos merecemos una despedida como la de Arbeloa".
Es demasiado generalista, muy de ahora, idolo, como los principios que parece aplicar a su vida.

1 comentario:

  1. Una encuesta reveladora (fallos, manipulaciones y desaciertos incluidos).
    Creo que nos sucede, lo que ha sido una constante en el ocaso de las grandes civilizaciones: el hedonismo, el exceso de bienestar, la pérdida de valores morales, la falta de espíritus críticos que nos guíen, hacen que lo material prime, exageradamente, sobre lo moral y se pierda el acento característico de los pueblos. Hoy no hay nadie que esté dispuesto a morir por una idea y mucho menos por algo como la Patria.

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