Boccherini compuso la música nocturna de las calles de Madrid, muy animadas a finales del XVIII. Madrid siempre ha sido una ciudad de sano y buen ambiente, se acoge a todo el mundo.
En esa película Master & Commander el suertudo Aubry y su amigo-médico-espía la tocan al final de la película, me hubiese gustado mucho saber tocar el violín o el chelo y haber mandado una de esas fragatas, pero no nos desviemos y menos en público, como decía Millán Salcedo.
Ahora por esos paseos de la capital se ve caminar a las figuras arropadas de Mas (apoyando ) y Homs. Se preguntarán ¿Quienes son esos personajes?
Pues unos representantes patéticos del independentismo catalán que tanto daño hace en nombre del pueblo, The people, en nombre de la gente.
Van a declarar ante el Tribunal Supremo.
Van a declarar ante el Tribunal Supremo.
Reconozco que todo lo de Cataluña se veía venir ( yo al menos lo veía hace mucho tiempo), creo que me puedo remontar a cuando era un peque y visitábamos mucho Barcelona. Había ya personas que rezumaban un odio, para mi incomprensible, hacia Madrid y no sólo en lo futbolístico. Años de educación dirigida y controlada, sumados a los errores de los gobiernos de turno o sus necesidades de pactos, han provocado esta situación actual y eso que son los mejores (según ellos) en el arte de la pelota y han reinventado el único fútbol posible, según Guardiola o Xavi Hernández. En relidad han inventado todo hasta el sin sentido.
Lo que me llama la atención no es el personaje Homs, un tanto provinciano y corto de miras, sino que el funcionario Mas diga que lo que que "esta en juego no es la independencia de Cataluña sino la democracia".
Hay que tener rostro para hablar de democracia. Es posiblemente la palabra más utilizada por todos aquellos que no son democrátas cuando sus intereses están en juego. Junto a la humildad se han convertido en un recurso de demagogos profesionales, como si ser humilde o demócrata fuese suficiente con decirlo. Como si hubiésemos olvidado los significados.
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