Novecento. A Willy en su desayuno para que lo comenten.

Vi  Novecento, otra vez, debí haber elegido un western o la película del Mobile Army Surgical Hospital, M.A.S.H., de Altman, como de esas cosas que no olvidas y te hacen reir. Alli, el humanamente dotado dentista no puede más tras su gatillazo, y OK le prepara una cena homenaje tipo don Luis Buñuel, una pastilla negra ficticia y una sorpresa encantadora, encarnada en una enfermera que al día siguiente sonríe en el helicóptero. Allí en Korea hay mucho optimismo, mucho espíritu, aunque el frente está a tres millas y llegan muchos heridos, casi todos son jóvenes. Por otra parte, recuerdo las películas de Bertolucci de los setenta, modernas, molaban, claro que uno era lo que era. La del famoso Tango sólo la he visto una vez, porque es buena pero muy triste, es una película sin esperanza ¿ Qué es la esperanza? ¿ Es que el Madrid remonte en Champions faltando un minuto y el otro jugando mejor? Es lo de hasta el Final? Pero esto es serio y Bertolucci lo era, en ocasiones demasiado. La primera parte de Novecento , todo muy largo, estético, su idea del mundo del campesino/terrateniente comunismo/fascismo cerca del pueblo de Ancelotti, también es triste de otra manera y triste es el final de don Alfredo Belinghieri, el gran Burt Lancaster, entre vacas. Claro que también es triste lo que deja. ¿Hay que luchar hasta el final? Es lo que me enseñaron, sin enseñármelo, no es fácil. Recuerdo aquella foto del ex primer ministro de los Países Bajos y el tema de la eutanasia junto a su señora, por supuesto bajo la ley de su país. Es una noticia, cierto, no conozco detalles, parece que era católico y recibió los últimos sacramentos administrados por un sacerdote. Es conforme a la ley civil de allí, cierto. Los Países Bajos son, para mi, el país más coherente de Europa, pragmáticos, sin perdón entre estos fríos holandeses con otras virtudes anexas, defectos, parece ser que aumentan las peticiones o solicitudes. Llegas a una edad, estas como estas, hablan los doctores, la ciencia y lo de la cicuta romana se convierte en un acto asistido con las mismas consecuencias. Si no hay nada más ¿Por qué no irse se dirán? Son personas en distintas circunstancias sobre todo sin esperanza racional ¿Y si hay algo más después?. Si hay algo debe ser mejor. Eastwood ahí sigue.