Santiaguina en El Álamo.

En el pasado don Santiago bajó alguna vez al vestuario a elevar los espíritus. Club castizo y generoso, todo nervio y corazón, la clase se supone. He visto muchas noches de triunfos y no sé como ocurrió No se lo que pasará esta noche en Chamartín, pero necesito confesarme en voz alta, luego ya no habrá más que resultado. Mi equipo está en dificultades sin sosiego. La puntuación en liga no es alta, esta temporada hemos perdido más de lo habitual. En la regularidad nunca Ancelotti tuvo menos puntos a estas alturas, hemos bajado nuestro nivel. No funcionamos con continuidad y sin embargo nadie se atreve a olvidarnos. La culpa es nuestra principalmente. Además en casi todo la tostada nos cae del lado de la mantequilla. Florecen enemigos fuera y nosotros mismos dentro. A los rivales nacionales todo les sale.

Hay varios jugadores nuestros que me encantan, que están ejerciendo un gran compromiso mi Fede, el cinco, Rodrygo, estos tres son algo más que eficaces jugadores, contagian, como alguno en El Álamo. Mbappé ya rinde. Vini tiene sus lapsus de ida y vuelta, los demás se adaptan, algunos fuera de sitio, todos lastrados por la falta de verdaderos medio campistas que hacen la ausencia del actual Ceballos significativa.

Las razones futbolísticas son lo relevante. La composición de la plantilla, rendimientos, bajas en defensa, poco  medio campo puro, adaptaciones, acierto individual, interrupciones inoportunas, distracciones mediáticas. La efectividad cara al gol y los buenos porteros muchas veces son determinantes

Los rivales gozan de su mérito, en España y en Europa, su momento. Los entrenadores de Atleti o FCB son distintos con distintos jugadores, estilos El Atleti defensa, físico, efectividad gol, ilusión/hambre, portero  con aciertos, cambios eficaces según el partido e ideas claras. El FCB con talento, juventud, veteranos  de buen rendimiento, mucho gol, presión muy adelantada , mucho dinamismo. Al contrario nuestros entrenadores ya desde MM no saben, son muy buenos hasta que llegan a Chamartín.

Mi educación me sugiere que hay que luchar fuerte y son muchos meses, no hay que rendirse. La estirpe, heredada, me dice que hay que saber perder o morir en el Álamo, aunque no este acostumbrado o no te apetezca.