Vieja normalidad.

Decir que ha vuelto el fútbol es exagerado porque ayer jugó el Madrid, y no puedo concretar a qué juego, incluso en la fase de goles, Zidane tiene un problema peor que el Apolo XIII. Han vuelto las opiniones sobre el Madrid, único que me interesa, de los especialistas, expertos, ya saben "Marca" "As", los sabios futboleros en diarios generalistas, los neutrales de Cataluña, Valencia, Andalucia, País vasco, Galicia, cualquiera a quién pregunten. Ya estamos casi todos como en política. Hay una similitud, muchas coincidencias, en como opinamos de fútbol o de política, quizá la diferencia es que hemos sido campeones del mundo, Europa, nuestros clubs suelen ser competitivos en el extranjero. Gastamos, no tanto como otros, ganamos más sin hablar inglés ni haber inventado el juego del balón redondo. En política no pintamos igual por mucho que siempre los partidarios del gobierno de turno intenten demostrar lo importante que somos en la UE, puestos que ocupamos en las organizaciones internacionales. Don Felipe González se entendía con Mitterand, Kolh, le ayudaron, le consideraba. Bush se hizo la foto de Azores con un par, anfitrión a parte, que se deslumbraron por los dólares. Zapatero goza de la amistad de los grandes líderes liberadores de Venezuela, Bolivia. Rajoy era oído por Mrs Merkel en unas circunstancias dramáticas. Ahora ese mismo dirigente socialista que fue vivo, rápido, en entender lo que son de verdad las relaciones internacionales, que no se puede camelar demasiado al pueblo votante, compara al gobierno con el camarote de los Marx, él que dijo "hay que ser socialista antes que marxista" en 1979. Groucho nunca hubiese entendido la comparación ya que en aquel camarote había mucho ingenio y ambiente.