Al rival el Shakhtar no le reconozco por su juego, sólo el nombre, muchos brasileños, entrenador portugués, incógnita para mí. Zidane decide el equipo, hay bajas, no vale quejarse, hay calendario, esto último pesa ya que le debe horrorizar ver agotados a los suyos. El caso es que no tiramos a gol aburrimos, lentos, previsibles, les damos confianza, ellos tienen una gran ocasión que saca Courtois a los 15 minutos, Jovic ni la toca, Marcelo al mando, lo cual me da pavor. Rodrygo nada, todo es Casemiro y Valverde o los débiles intentos de Asensio, no tenía buena pinta el enfermo. Ellos hacen alguna entrada nosotros ninguna, así llegan como en un amistoso, meten su primer gol a los 30 minutos, rápido el segundo. Se repiten una sensaciones horribles, ante un equipo que no tiene aspecto de ser nada especial, nosotros somos el problema. Antes del descanso el 0-3. Zidane muy tocado.
La segunda mitad sirvió para meter dos goles, mostrar carencias muy conocidas y perder, en algunos momentos me recordaba a los partidos de mi colegio en el recreo, sin público, a lo loco, cuando luego me robaron la camiseta de Zárraga de la final de la III Copa de Europa que sólo usé esa vez. Seguramente si el entrenador fuese otro lo cesaban, sin decidirme por esto, no creo tenga soluciones. El caso es que los jugadores son los que son, no parecen dar para mucho más, están en una dinámica muy mala. Cualquiera se da cuenta que hasta puede costar clasificarse para la Champions porque hay que cambiar mucho sin ver el material para hacerlo. Sin nombrar, la defensa, lado izquierdo, es una autopista para cualquiera. Zidane tocado.
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