domingo, 25 de octubre de 2020

La paja.

"Nos olvidaríamos de las cosas si nos quedásemos con los hechos', es una frase ingeniosa creo que de Graham Greene, lo insustancial, la paja. Me preguntaba en un paseo desapacible si el presidente del Gobierno de España se la aplica o el hacedor de sus discursos. En ese preciso momento de divagaciones matutinas me he encontrado a un grupo de tres con tres canes, distintos, variados, más o menos bellos, más o menos feos, lo curioso es que los respectivos dueños expresaban lo que sentían los chuchos al olerse, verse, rozarse, no todos los animales en general si no aquellos específicos, me maravillaba que estuviesen tan seguros sin preguntar, como el presidente. Pensé en porqué se dice llevar vida de perros, los de ahora gozan de un existencia lujosa, blanda o fofa, es que de otra forma se extinguirían, el perro es un producto de los humanos, excepto algunos que sobrevivirían salvajes, evolucionando en algo distinto. En el estado de Alarma sufrido, los perros, con sus dueños, podían pasear por las calles de Madrid, unos privilegiados, te cruzabas envidioso aunque tener un perro en un piso, la ciudad, no se yo si es recomendable, pero claro es el mejor amigo del hombre y de la mujer, añadiría la señora Montero. Al regresar me han contado que ese presidente mismo había anunciado el estado de Alarma, otra vez, hasta el 9 de mayo, por lo aprendido, por nuestro bien, decía (otra vez) que estaba  seguro como los de los perros. Me han dicho que se ha explicado, aunque no le han entendido, que hablaba al aparatito como los paseantes a sus perros, sabiendo lo que quieren, necesitan, sueñan, mejor que ellos mismos . Mr Greene se quedaría perplejo al oir su discurso, desconcertado, quizá porque no acostumbra a hablar de hechos, mucha paja.

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