El faraón de Camas, esos motes esas cosas, el mundo de los toros. No se si en mi casa saben muchos quién es don Francisco Romero López probablemente nadie lo sabe. Quién es Curro Romero (1933) alguno. Le han dado un premio en ABC tan taurinos tan monárquicos, auténticos o no. Curro era el ídolo de mi papá. Yo le salude una vez en el patio de caballos estaba muy pálido, muy serio, muy concentrado. nunca le vi una de esas faenas. Siete puertas grandes siete en Las Ventas del Espíritu Santo, en una se negó a salir y en otras dos salió aunque sólo había cortado un trofeo. Yo ese temple, ese arte , esa manera de coger el capote nunca pude apreciarlo en vivo, sólo detalles. Tenía quince primaveras, recién cumplidas cuando Curro se negó a matar un toro en San Isidro, no asistí estuve viendo la victoria inesperada del Celtic contra el Inter , que nos habían eliminado en cuartos, en la final de la Copa de Europa. Mi padre, tampoco fue, de pronto en la Dirección General de Seguridad, le dijeron que Curro estaba en el calabozo: Preguntó si había comido algo, si tenía hambre, le subieron a su despacho y pidieron una tortilla de patatas a un bar de la calle Correos que frecuentaban. Curro dijo muy serio, después de comerse la tortilla que aquel toro le miraba muy mal. Esto lo digo para la posteridad, si hubiese ido al ABC se lo hubiese preguntado.
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