Cien años de Brando el tiempo vuela como Los Pekeniques. Pasaron los jolgorios de boda madrileña con el mínimo ruido, sin exclusiva y la categoría que siempre hay que exponerla sin pasarse. No cundirá el ejemplo. Después del jolgorio de Sevilla volvemos a las elecciones del País Vasco y luego Cataluña. Confieso que ambas me preocuparían tanto como las de cualquier otra Comunidad ( que nombre tan hortera, ya digerido, acostumbrados, resignados...con lo rica que es nuestra lengua). si no fuese por esas minorías. El caso es que por una parte están las encuestas, por otro la realidad, a veces las primeras aciertan. Puede que el PNV saqué o gané por votantes puede que Bildu gané por escaños al ser el sistema de las tres provincias el que es. Dicen esos expertos que a Bildu le votan los jóvenes o sea el futuro aunque ya no sabe uno donde empieza el futuro y donde acaba el jóven. Allí en cuanto a independentistas es lo mismo, pero no es igual que en Cataluña o sea como el detergente Gabriel de Josema & Millán. La peseta es importante. En Cataluña es todo más...decadente. El tal Puigdemont se acerca con el equipo médico habitual a la frontera, a menos de 30 kms establece su CG pata intimidar, no para ver al FCB que para eso no hace falta. No parece que vaya a entrar hasta que se aclare lo de la amnistía. En cualquier caso monotoriza a Sánchez, larga sus puyas, marca a los de ERC. Es un valiente cualidad innata suya. A lo mejor es que la salsa, la gracia que no veo, ni el progreso, está en esas absurda situación donde unos pocos se imponen a la mayoría ¿ o no?.
domingo, 7 de abril de 2024
Fronterizos.
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