Me pregunto, ¿cómo yo vería el mundo desde Cataluña con tantas premisas impuestas?
Sólo tengo una respuesta lo vería pequeño, muy pequeño. Aburrido muy aburrido. Cateto muy cateto.
La verdad es que si yo fuese catalán ¿Cómo sería? ¿En política sería un independentista, inventor de la Historia, manipulador del ciudadano, de visión estrecha y pueblerina, falto de crítica y totalitarista? ¿Lo sería por interés, por ser la única manera de conseguir mis propósitos? ¿Me dedicaría a suprimir, negar, silenciar, hostigar, hacer la vida imposible al que piensa de otra manera? ¿Odiaría tanto a la meseta castellana símbolo de todas mis penurias, errores y equivocaciones?
Quién sabe, quizás yo fuese así y sólo vería en una dirección.
Esto es mucho de lo que se observa al echar un vistazo a los medios de comunicación en Cataluña, sólo hay una dirección, no se puede discrepar, hay que disimular, ocultar, emborronar, distorsionar, estorbar, concentrarse en el enemigo y al final ponerlo de forma que no sea lo que parece.
En el fútbol también, really?.
Ese excelente jugador de fútbol, llamado Neymar, muy joven, con un futuro muy prometedor, que todavía no es en el FC Barcelona lo que creen en Brasil, que tiene defectos que necesita un tipo de juego y compañeros específicos para brillar más, adaptarse a las durezas europeas, demostrar hasta donde puede realmente llegar, resulta que se deja deslumbrar por una señorita serbia, poderosa, que parece un Conde la Corte o un Miura a su lado, que ya ha inundado al mundo con muchas fotografías, posados y sugerencias. Normal, muy normal, y le manda un avión.
Sin embargo para anunciar al mundo el nacimiento de este posible romance, los medios de Cataluña, eligen una foto modosita de la citada señorita que lleva algo parecido a un traje de novia de los Balcanes, really?
¿A quién pretenden engañar?