La muerte de Stalin es una película reciente, bastante amena por cierto, una sátira divertida. No se si sucedió así, pero aquellos personajes del aparato y el poder, de esa URSS que no aparece ni en los libros de historia como si nunca hubiese existido, de ese comunismo real y diario que venden como la quintaesencia de la democracia, existieron y tenían su influencia.
No resulta fácil opinar sin dejar al descubierto las tendencias, ya sea en política o fútbol, que es lo que nos ocupa.
Uno de mis animales favoritos, el gran tiburón blanco, ha vuelto a ser avistado/fotografiado/filmado en aguas de Cabrera, mar Mediterráneo, donde pasé algún tiempo. No me extraña es un sitio precioso y el solitario depredador estará encantado con la temperatura, es un hecho, nadie puede contradecirlo, hay pruebas. Más complicado resulta comprobar como se juzgan los hechos que ocurren y lo que es más grave los que ocurrieron en el pasado y que han llevado a escribir libros y más libros, ensayos, o trabajos profesionales de cierta seriedad y categoría. La Guerra Civil es de 1936, aunque empezó antes, los años 20/30, incluso anteriores fueron definiendo el panorama. Luego hubo, desde 1939, en España, una dictadura que duró hasta 1975 y parece como que sólo sucedieron una parte de los hechos. Nos lo van a contar, sobre todo a los que no hemos leído nada sobre este asunto (que no se puede desligar del contexto internacional) con más memoria histórica. ¿Dónde empieza la memoria? ¿Por qué se produjo un enfrentamiento armado entre un bando contra otro? ¿Es que países externos no influían? Qué ocurrió en 1931? ¿Qué pasó desde la llegada de la república hasta julio del 36? ¿Es que no hemos aprendido nada?