Credibilidad

En los comentarios de ex-jugadores del Madrid (los que teoricamente saben) se observa discrección y prudencia, no dicen lo que realmente piensan. 

En los enemigos de los medios de comunicación se palpa alegría, regocijo, agitación. El objetivo grande es el presidente y el club en el punto de mira. El dinero gastado, los problemas de Bale, los éxitos de los que se han ido en otros equipos, todo contra el Madrid ¿Qué tiene que despierta tanto ataque? En esta ocasión hay una justificación clara: el mal juego.

¿Y los responsables? Hay varios cada uno a su nivel. Se quiere dar la impresión de que el presidente hace las alineaciones.

¿ Es tan buena la plantilla, compensada, adaptada a lo que quiere el entrenador? Creo que hay lagunas porque varios jugadores no están en forma o no son capaces. El sábado D. Costa les sacó 5 metros a los centrales en 30. Ramos dice que hay que reflexionar, ¿lo hace frecuentemente?. Representa esa superficialidad que se entroniza, una especie de disco rayado que cuando es él mismo es más auténtico. Dice que no se pueden creer Beckenbauer o Maradona, ¿se mira al espejo aparte de para peinarse? Y estamos hablando de un supuesto capitán, que sobre todo lleva muchos años. No creo que tengan varios buena conciencia del año pasado.

¿Son creíbles las intenciones de los jugadores? No hay presión. Los que conducían la pelota el sábado no eran los más dotados (Khedira, Arbeloa, Pepe y Ramos). Nadie se mueve o desmarca, no se apoyan ni están juntos. Son estáticos y previsibles.

El potencial del entrenador, ¿qué puede hacer?Tiene su responsabilidad e influencia, pero no entiende nada. No comprende como por lo menos no se comportan como un equipo normal. No entiende porque reaccionan así, si se llevan bien con él, si le apoyan. Pone a los jugadores, les da oportunidades, es respetuoso, pero el juego es horrible.

¿Qué pasó en otras ocasiones? Acabo mal. El entrenador se fué, llegó otro, a veces peor, y no se ganó nada.

¿Cómo están los demás? Es importante porque juegan dos equipos los partidos. Los rivales directos están mucho mejor. Sin problemas, se conocen, eufóricos, en gran estado físico, sin lesiones.

En resumen un reto nada fácil.

No se me enfaden.