Las calles mojadas de Los Angeles son una novedad. Todo está más verde. El servicio meteorológico se ha equivocado. Decía que estaría nublado, pero nada de lluvia, y ha llovido. No ha sido una lluvia de tormenta, ha sido fuerte y han bajado las temperaturas, no sé cuanto durará.
Decidí darme un paseo a The Grove, un shopping center, y me equivoqué. Me cruzaba con gente que empezaba a correr. Un bebé llevaba un paraguas grande en su cochecito y había que cederle el paso. Algunos árboles frondosos te protegían levemente.
Me metí por Melrose Ave porque hay tiendas, eran las 1030 y la mayoría de las tiendas de Melrose cerradas. Voy viendo los carteles que anuncian shows que van a salir pronto. Me miran los cuatro de Las Vegas: Douglas, Freeman (vestido informal), De Niro (con pajarita) y Kline (con barba). Al parecer es una película no sé si parecida a la de la resaca de unos en Las Vegas o algo así. Los
estereotipos funcionan. La pose de los cuatro, sonrientes, desenfadados, relajados, ya aventura a unos señores de cierta edad que van a comportarse como los 4 tenores ¿qué se traen entre manos?. Dan la impresión que divertirse haciendo lo que les gusta y encima les
pagan bien. Y pensar que Morgan Freeman estaba enfermo terminal en una película con Nickolson. En el poster-anuncio parece el chiquillo de los cuatro. Me protegí en un Barnes & Noble, puedes leer lo que quieras y tomar un café. Estas tiendas han ido perdiendo, internet se las carga; como si internet fuese un asesino culpable.
La comida en un japonés. Hay buenos restaurants japoneses y además nada caros. A mi derecha estaba Michael Rapaport, es el actor de Mighty Afrodite. conocido por su enamoramiento de la chica. Trabaja en True Romance y muchas otras, siempre en un papel secundario. Alto, grande, rubio, muy informal vestido, con exceso de peso. ¡ Como cambian los actores,! Parecía mayor, los filtros de las cámaras y los retoques ayudan. Si se enterase de lo que escribo... a ella no la reconocí.
Y seguían los posters, uno de drácula, con John Rhys Meyers y un bigotito muy cursi, el cuello inmaculado de la víctima y la mirada al espectador. Otro con un serie sobre una reina de los escocéses, para no ser menos que los Tudor; ella parece un poco salida de un bar de carretera manchega. En medio de La Brea, en Hollywood, te encuentras una fábrica enorme de cemento; las aceras grandes, compactas, sucias, con grasa, desgastadas, agrietadas y curvadas, necesitan mucho cemento. Se construye con rapidez, sin pretender realizar edificios eternos. Solares inmensos para naves de estudios de cine, también una escuela pública, un hospital y una sinagoga, que no todo es cine.
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