Decir que la vida es como la política o el fútbol, el título de este blog, es un resumen simplista, corto de perspectiva, falto de profundidad. Es como las conversaciones de barra de bar, de sobremesa, o de las muchas que tenemos ( y menos mal que las mantenemos) con nuestros semejantes.
Y es que son conversaciones de seres humanos y por lo tanto impregnadas de mucha condición humana.
En el fútbol podríamos resumir que al final cuenta el resultado, el que gana, y ahí se acba el debate. en política, si se vive en democracia, hay urnas y votos, elecciones y resultados. Incluso en un juicio, como los muchos de la serie "Suits" tenemos veredictos y el magnífico Harvey Spector se mueve como puede para ganar siempre, junto a su joven alter ego.
¿Quién gana en la vida? Bueno, quizás la vida no se trata de ganar o perder sino de vivirla ¿ Cómo? Tal vez con honestidad, sin miedo, reconociendo los errores y limitaciones, y no buscando la justificación que no encontramos a solas con nosotros mismos. Son nuestros intereses creados, no sólo el dinero, sino todo lo material que no podemos llevar con nosotros pero que lastra nuestra condición.
Una cosa que hace mucho la gente es hablar de otros; plantear hechos que han acontecido, juzgarles y cuando pretendes abrir la boca te das cuenta que los hechos que te cuentan no dejan muy bien a la persona en concreto.
Por lo tanto si opinas no te queda más remedio que suavizar tus palabras, callarte o decir : Es un impresentable (hombre o mujer que dirían los de ahora).
Y entonces tu interlocutor mitiga un poco tus manifestaciones para volver a contar otro hecho que deja al hombre/mujer objeto de la conversación en peor situación y si sigue hablando acabas preguntándote: ¿Qué piensa realmente de esa persona? ¿De si mismo/a?
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