Discotecas de Hollywood y un Puppet Sutra.

Hay que reconocer que saben hacer las cosas estos de Hollywood o ciertas cosas, lo tienen muy ensayado.
Happy times murders es una película, todavía no se ha estrenado, dentro de unos días espero ir a verla, no tiene mala pinta.

Es un poco el estilo de Roger Rabbit, con los dibujos animados reemplazados por las extraordinarias marionetas de Jim Henson Company que son realmente ocurrentes, graciosas y lo más cerca que he visto a un comportamiento humano. 

Las marionetas, las personas que las manejan e improvisan, eran las verdaderas estrellas del sucio, pordiosero, paseo de la fama.

Dentro de la discoteca, en Hollywood Blvd, las marionetas cantaban, bailaban, hacían stripteases, se drogaban con el azúcar de las golosinas, regentaban un porno de marionetas y se podía jugar con ellas de croupier al black jack. La cola era larga para entrar y se iba alargando el sábado por la noche. Me piediero la documentación para verificar mi nombre en la lista de invitados, saltándome la cola, y antes un gigante cuadrado se reía al no entender nada de lo de allí escrito.

De pronto habían montado una película, una parte actores o amrionetas y la otra público/invitados. La indumentaria del personal de lo más variado, es decir cada uno iba como le daba la gana. El glamour se entiende de otra forma por aquí y hace mucho calor.

Al final una bolsa regalo como si llevases licor prohibido y varias cosas dentro, inluido un librito, el Puppet Sutra, con las fantasías eróticas de las marionetas, que son las de siempre.