jueves, 27 de mayo de 2021

Hasta luego Lucas.

En su muerte, en un pasaje extraordinario de la gran novela de Dumas, el bravo capitán D'Artagnan dice: "Athos, Porthos, au revoir! Aramis, a jamais, adieu!". Una despedida, una forma diferente con el general de los jesuitas en Francia relacionada quizá son su condición de clérigo o con los pecados de los otros mosqueteros y los suyos propios, Dumas nunca lo explicó. No se me ocurre nada mejor para el adiós de ZZ, como todo humanos con errores y aciertos, con sus pecados. De Zidane jugador no procede hablar,  paraba el tiempo con una elegancia infinita; como persona me cae muy bien es honesto, leal, generoso y particular, me llevaría bien con él; como entrenador ha demostrado cosas muy buenas en el Real Madrid donde las condiciones son complicadas. En todas sus facetas y complejidades quiere ganar, no ante todo ni de cualquier manera, pero entiende que lo fundamental es ganar y no ha ganado nada este año. Las razones añadidas a este hecho indiscutible las ignoró, no creo que  se las explique ni al público ni a los expertos que casi nunca aciertan al juzgarle. Parece ser que piensa que no es el hombre adecuado, como en 2018, porque hay que hacer unos cambios que no se si considera que no son posibles o no le gusta hacerlos o son dolorosos, el caso es que se va sin ruido como vino como hace las cosas, explicándose a su presidente, jugadores y colaboradores con pocas palabras, a su manera. Ahora toca elegir a su sucesor, ahí esta el problema. Los jugadores se quedarán huérfanos, varios deben irse  y todos ponerse a trabajar, los que se queden; no se si habrá fondos para tanto cambio, ni el resultado de los que pueden subir, no será una temporada fácil eso si daremos la lata hasta siempre.


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