En mi primer cole, un tanto experimental, mixto, sólo dos chicos, con seis o siete años, me dieron una medalla al mérito, nunca he estado más orgulloso. Mérito, acción o conducta digna de alabanza, reconocimiento. En medio de intentar sobrevivir en la Champions o dificultar la Liga hasta que se pueda a otros, prefiero mojarme ahora sobre mi equipo, sin que los resultados dicten la única sentencia posible: vencer o ganar es nuestro lema como los de Villatripas; no somos favoritos para nada, esos expertos conocen mucho, se pronuncian, incluidos ingleses; lo único que valoran del Madrid es su experiencia en esa clase de partidos, seguramente tienen razón. El mérito reside en haber llegado prácticamente sin gol, excepto todo el bello mundo de Karim, con los cuatro estupendos centrocampistas fundidos, medio lesionados, un portero extraordinario, unos defensas suplentes que han suplido bien, jugadores cedidos porque no dan la talla, más alguno en su recta final que no ha respondido como se debía. Todo esto no parece insuficiente para el nivel, ritmo competitivo, que requiere jugar un partido cada tres días. Es cierto que esto es fútbol, es decir puede pasar de casi todo, el rival equivocarse, fallos estrepitosos, actuación de un portero a la altura del mejor Zamora, pelea en en centro del campo, en todo el terreno a muerte, apoyos, suplentes que hacen el partido de su vida, un delantero eficaz al 100% en sus intervenciones, brillante, bailarín, estos factores sin contar con decisiones arbitrales favorables; todo esto puede ocurrir una vez en la vida. Ya ha pasado lo de ganar a equipos mejores, en racha, no siempre hemos tenido una superioridad apabullante. Al Osasuna 2-0 buen partido con poco gol, demostrando el viejo principio del fútbol que jueguen los que estén mejor.
sábado, 1 de mayo de 2021
Mérito.Day Thirteen.
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