La máscara que llevamos inspira una de capa y espada, de intrigas amorosas, nada que ver con disquisiciones, más bien elucubraciones, sobre el panorama actual, Messi incluido; la máscara no sirve como fuente de inspiración, la monótona realidad es aburrida. Me dan ganas de hablar de Messi, lo que opino como jugador, persona, líder, a veces juega muy bien , otra bien, otras mal; todo lo que rodea al fútbol en el FCB, los apoyos incondicionales al independentismo, eso de ser más que un club de fútbol, por no hablar de estilos de juego, de creer que con decir cualquier cosa se cumple, de tener vasallos sin capacidad crítica, oir la RAC, leer los medios, pero me resisto, no es de caballeros, nosotros somos sólo un equipo que trata siempre de ganar, en eso somos culpables, acierta, se equivoca, poco más. Otro tema de profundizar podría ser ese espíritu catalán, fatalista, llorón, acomplejado, forzado, cenizo, es tentador. Me acordé del chiste que me contó un catalán de pedigree. Jordi el marido trabajador encuentra a su mujer en la cama con uno y le pregunta ¿qué hace Monse ese hombre contigo? Virgerías tu, virgerías responde la satisfecha esposa . Me niego a indagar en esos carácteres. Menos mal que en el Corte Inglés, supermercado, he encontrado la solución. Iba una pareja de individuos del Foro, sobre todo él, 35/40 de edad, la mujer le dice:
- Voy a llevarle un par de cervezas a mi madre.
El respondió.
-No cargues con peso.
Verídico. No me atreví a mirar a los ojos, las máscaras ocultan los labios, la boca, parecían felices. Todos tenemos nuestro problemas.
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