Ha habido un encuentro belicoso de los candidatos a las elecciones en Cataluña, televisado, no lo he visto, aquí debería pararme. imágenes breves, crónicas repetitivas no bastan. Estas elecciones de San Valentín no dejarían de ser otra cosa que las elecciones en una autonomía dentro de nuestro Estado, ahora bien estas elecciones son mes que unas elecciones. ¡Joder, qué tropa! dicen que dijo don Álvaro, un personaje de otra época, del cual oí hablar en casa, unos tiempos cuando un niño brillante en la escuela se decía que iba para ministro, en búsqueda de la excelencia a través del conocimiento en el servicio público, contemplemos quienes llegan ahora. El cojo Romanones, si volviese en la máquina del tiempo, a su palacete de La Castellana se quedaría desconcertado unos segundos, su instinto de animal político, su colmillo, surgiría combativo adaptándose a las circunstancias para salir diputado por Guadalajara como siempre. !Joder, qué petardos! Los debates a nivel nacional, que alguno he visto, normalmente me han dejado vacío, este ha debido ser realmente frustrante. Creo que algunos de los nueve candidatos, mes que candidatos, firmaron un papel (luego no sirve para nada) para aclarar con quién no llegarían a acuerdos post electorales, en ese grupo lo deben hacer en nombre de sus jefes que están presos o en busca y captura. ¡ Joder, qué tipos! entre ellos pactan, no se pueden ver, se insultan, se unen para desunir, todo en nombre de la democracia, el vice, en medio, a sus cosas. ¡Joder, que vice!. Eso que el conde no decía tacos.
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