¿Se rompe España?

No va la cuestión de fútbol que está extraño en todo, como el coronavirus, insisto en el cambio producido en la gente que menciona el portero de mi finca, conocedor del vecindario, o el miedo que dice ver el vendedor de cupones de la ONCE, haber algo hay. Dos políticos uno vice del gobierno el otro de un partido independentista sin paliativos afincado en Cataluña, bromean o ironizan, a su estilo, en redes sociales naturalmente, porque los jugadores que hablan vasco lo hacen en un partido contra el Betis, en Sevilla, se hacen preguntas. No creo que tenga ninguna importancia lo de hablar vasco, es lógico, es su lengua materna, complicada de entender, otros utilizaban señales de mano como nos tocaba hacer en tiempos de Benito Floro, nos volvía locos, los jugadores se confundían, no hay nada más que añadir, si les funciona bien venido sea. Si puedo hablar de estos dos personajes del politiqueo, diferentes en muchos aspectos, también usan sus tácticas, quizá son futboleros, no se caracterizan por una gran brillantez, no conozco sus logros concretos, eso si cuentan con pueblo que vota a su partido. Uno porque es republicano de izquierdas de Cataluña, es decir sobre todo lo que quiere es una Cataluña independiente cuanto antes; el otro es uno de los fundadores de Podemos, hoy Unidas Podemos, sugiere que  pueden todos juntos aunque no se bien que pueden, una mezcla de populismo hispano/lema Obama/gazpacho/cocido. Ambos comentan con ironía, coña, con su gracejo natural, sorna,  que algunos de los que no gustan que se hable vasco entre jugadores en un partido pueden pensar que España se rompe en una platoniana asociación de ideas. No lo sé quizá lo importante sería conocer si ellos quieren romperla si trabajan por ello pagados por todos. Supongo que si alguno del Betis hubiese entendido vasco habría avisado del peligro, la eliminatoria habría cambiado o gritan viva er Betis manque pierda, como siempre. Da mucha pereza cuando se ve el fondo.