Por un puñado de dólares.

Título de una película de Leone, de la trilogía de los dólares la primera, las del Oeste de Almería, los sesenta, las del hombre sin nombre, la música de Morricone, no tenía edad para entrar a verlas de estreno, mayores de 16, y esos mayores del barrio las contaban, aunque no supiesen nada de Ford, unas eran de vaqueros otras spaghetti westerns; esta tiene el mismo título en italiano, español o inglés, los expertos decían que era la mejor, bueno hay gustos para todos. El caso es que hoy va de por un puñado de votos, lo malo es que no es cine sino realidad, de gente, personas, futuro, no hay un "hombre sin nombre' que saque su revólver; los malos, más que malos son catetofanatizados, el pueblo sigue padeciendo, a veces se le ve feliz, lo importante es que se quede Messi. Hubo un catalán de Cadaqués que muchos, sobre todo fuera, le consideraron un genio, como artista alcanzó una rara perfección en el dibujo, como hombre inteligente dijo sus frases, supo venderse, se llenos de gestos para coleccionar, como persona, cometió errores como todos.  Los catalanes somos anal retentivos, dice Ian Gibson que le dijo Dali, supongo hablarían en inglés; lo de anal retentivo llega a Freud, en realidad es una expresión inglesa "anal-retentive"una persona se preocupa tanto por los detalles que se convierte en una molestia para los demás; al parecer los traumas derivados del adiestramiento para "poner un peso" o "plantar un pino" que decían mis amigos del barrio. Lo cierto es que a los políticos catalanes, presos o no, a los de mes que un club, les contemplo con otros ojos, me dan un poco de pena.