No hace falta ser un lince para descubrir que Australia está lejos, que es una isla, enorme más isla, Aquí sólo England goza de cierto protagonismo, ni los poderosos USA la cercana China o India, eso en el siglo XXI con las facilidades de comunicaciones, supongo que en la primera mitad del siglo anterior los australianos eran muy suyos, como los ibicencos que conocí en los sesenta, esas viejecitas de negro rodeadas de hippies sin lavar sin sujetador para interés mío. Los de Liverpool sacaron después su maravilloso LP Abbey Road, George Harrison más activo como compositor, hablaba del sol que salía; hoy el petardo de presidente dice que todo va bien, "fuerte tacón' me decían al desfialr, yo ya había perdido el paso. En Australia no hay noticias más que locales, excepto los Royals de Windsor o el problema de empapelar por muchas libras sus paredes en Downing St, Boris y chica, no se cuanto durará Johnson haciendo el petardo hay muchos que le tienen ganas; por no haber noticias no las hay ni de Tito Floren ni de las cartas con munición, gente enferma o políticos contagiados de estupidez crónica porque no dan para más; Ayuso ha pedido que en los paquetes pongan lomo embuchado o salchichón del bueno, en Australia no dejan pasar nada. En medio de la cuarentena que son 15 días, si todo va bien, puedo oir música. He vuelto a mi niñez "Ricordate Marcelino..."la canción de Renato Carosone que oía muchas veces de pequeño, mientras veía la película que me daba algo de miedo, como otra del guaglione, y muchas más a 45 revoluciones, supongo que a papá le recordaban sus tiempos de Italia, Roma e Napoli. He leído que el Libro de Familia desaparece en las Españas, nada grave mientras la familia perdure.
jueves, 29 de abril de 2021
Here comes the sun o todo va bien. Day Eleven.
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