Un jubilado dorado o golden.

Hay personajes que uno no se imagina de haber nacido en otras circunstancias que son difíciles de situar, como son humanos viven más o menos años, conforme a las estadísticas, lo que hacen es otra historia, un gran número llegan a la edad de jubilación de nuestra sociedad. De los jubilados se habla mucho o poco, no sé si con exactitud, no es lo mismo jubilado que vejez, supongo que también influye como se llegue, además ahora se viven muchos años más. Importa sobre todo por los votos que puedan dar ya que hay mucho jubileta; alrededor de ellos está el asunto de las pensiones, la bolsa, lo que se gasta, los jubilados presionan, se manifiestan (ahora con lo del corona no), hacen viajes, Inserso o no (ahora con lo del corona tampoco), los hay incluso que se echan novios o novias, su vida sexual la promocionan, vamos que hay de todo. El jubilado no es sinónimo de novela al sol, mus, dominó o petanca. Mi padre cuando se jubiló, voluntariamente, bajaba a la calle en una zona cercan a su casa, los jubilados se reunían al sol, lo llamaba el paseo de los melancólicos, les soltaba su rollo y ahí les dejaba. En fin, jubilados para todos los gustos que tratamos de hacer eternos como si lo fuésemos, con o sin vacunar. Hay un jubilado que me llama la atención porque nunca ha ejercido la profesión para la cual nació, el oficio de rey, lleva siete años jubilado de príncipe, la tira; no sé si cobra jubilación, pensión, no sé si cotizó a la seguridad social; forma parte del entramado cuya cabeza es The Queen, con posesiones de sobra a su nombre, Cornualles y otras, no le falta de nada. Cómo sigamos viviendo tanto, los Windsor son una prueba, vacunados o no, no se hasta donde va a llegar esa edad. Claro que Charles, con sus flores y plantas, sus jardines, sus grabaciones, su sastre, la imitación de Mota, ha sido siempre un jubilado dorado que depende de una señora de 95 en breve (felicidades Majestad) para dejar la jubilación. Los tiempos de Henry VIII son para las series de televisión.