Este personaje público llamado Jordi Pujol nunca me pareció de fiar, ahora resulta, que a su edad, se confiesa culpable de acciones, que sólo hizo porque no encontró el momento para regular una situación. Y se queda tan ancho.
¿Dónde queda su credibilidad?
Lo dice un personaje que ha tenido grandes responsabilidades políticas en Cataluña, que parecía una especie de maestro Yoda, que daba la sensación de que siempre se comportaba como un político, pero que pudiera ser honesto, consigo mismo, con su cargo y con su vida.
Sin embargo ha engañado y se ha aprovechado.
Ya les gustaría a todos los españoles poder "heredar", jugar con el dinero, beneficiarse de las situaciones y al cabo de muchos años, al final de la existencia, con los hijos mayores, malcriados y bien engordados, aludir a que no encontraste el momento oportuno para hacer cuentas.
¿Dónde reside su credibilidad? ¿ No es esto hacer trampas y engañar? ¿En cuantas otras actividades y momentos habrá engañado porque no era oportuno?
Lo tenía como un político capaz, que iba a lo suyo, que retorcía la palabra, pero hábil en salir de situaciones comprometidas. En resumen muy animal político que a lo mejor mandaba mucho en el palacio de Sant Jordi, pero que en casa una señora con cierto aspecto de co-protagonista del Mago de Oz, sin subirse en una escoba, "controlaba" el cotarro.
Este hombre un tanto retorcido me da la sensación de ser muy desgraciado o de reírse de lo cándido que es el votante catalán."El pela és la pela " o algo parecido.
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