Oigo hablar al que dicen mayor experto en terrorismo en España; le entrevistan sobre los ataques terroristas, sobre la solución, preguntas casi imposibles de responder; no se si pretender enseñar o dar una imagen; lo que preocupa más hoy en día es la imagen.
Da la impresión de saber sobre todo lo que no quiere decir, no vaya a ser malinterpretado y deje de ser el mayor experto en su área.
Le han hecho la pregunta cientos de veces.
Habla del Islam, islamistas, yihadistas, salafismo, no utiliza la palabra fundamentalismo nada de ortodoxia, de los pilares del Islam; no explica los orígenes ni la división, herencia del profeta; dice que el Islam es una religión, cuando es un sistema cultural, religioso y político, donde o eres creyente, kafir, o no creyente.
El problema es la época, coyuntura, circunstancias, y como se lleven los creyentes con lo no creyentes y eso depende de la política que se ejecute, en la manera de hacer política reside la diferencia.Cuando se inventó no había mucha democracia en el desierto; ahora el dilema puede ser una república islámica, con los clérigos al mando, Guerra Santa, o una democracia adaptada; porque democracia pura al estilo occidental no existe en realidad en ningún país islámico, que yo conozca.
620 AD, es decir cerca de la huida del profeta de La Meca a Medina que entonces tenía otro nombre, no había prensa, ni radio, ni televisión no había redes sociales ni como dice Belén Esteban, personaje con muchos seguidores en las Españas, mi red social, que es sólo suya.
Allí pasaban cosas, a un ritmo distinto pero pasaban. Tanto sucedía que parte de lo que hoy nos sucede se fraguó en esos años, esas arenas. Cuesta imaginarse en un día cualquiera, lo que ocupaba la mente de aquellas gentes o los pobladores de la península Ibérica. Se levantaban con más incomodidades, no sabían lo que desayunaba el presidente de los USA, no habían oído hablar de un jugador de fútbol que golpeaba con su pene a una jueza de línea ni pensaban ir a comprar al mercado de la plaza porque era Black Friday.
El porcentaje de felicidad de aquellas gente lo desconozco, sólo me puedo imaginar sus necesidades más vitales y una de ellas, como ahora, sería la de tener un pasar lo mejor posible en esta existencia llena de turbulencias; había poca democracia y sin embargo algunos seres humanos se preguntaban ¿Qué hacemos ahora?
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