El olor que traía el viento es lo que más me llamó la atención; era el mes de Enero, a principios, después de subir el Nilo llegamos al valle de Los Reyes.
Como otros humanos he visitado obras de la humanidad que antes hemos visto por televisión, películas o fotografías; algunas decepcionan, otras no son para tanto aunque están bien y en otras te gustaría quedarte, ser VIP y pasear casi solo.
Tengo envidia de no ser Clooney, Messi o Bono que a lo mejor les dejan pasar la noche entre tumbas.
Me conformo con ver una película de Abbot y Costello, ya mis ídolos desde niño, aunque sean decorados de cartón piedra.
Allí las tumbas están numeradas, unas tiene más que ver que otras. La KV 62, que suena a arma automática, es la de Tutankamón que ya se sabe que siempre ha tenido su gancho y Carter descubrió sus secretos, aunque ahora parece que hay más; las cámaras que aparezcan y lo que contengan ya se verá.
Esos egipcios hacían muy bien lo de dejar recuerdos para la posteridad y momificaban con unas técnicas excelsas; seguramente hay muchas sorpresas.
También cuentan con la prestigiosa universidad de El Cairo de donde han salido grandes personalidades de la cultura Islámica, buscadores de la adaptación al mundo moderno o el fundador de los hermanos musulmanes (que llegaron al poder en Egipto) o el de Hamas. Enseñanzas del Corán, lucha política, estado islámico, la Sharia, todo sobre la mesa de la teoría o la práctica; el prolífico escritor Sayyid Qutb, ejecutado, inspirador de Al Quaeda ocupó sus aulas.
Egipto, en sus dilemas vive en ebullición entre los estudiosos del Islam y las momias que encontrar. Con preocupación lo vive el antropólogo, experto en psicología del terrorismo, Scott Atram que apunta como ISIS se dirige a los jóvenes, soñadores, buscadores de ideales, que no ven tan suicida inmolarse por una idea y recomienda, siendo antropólogo, que se estudie lo que hacen los jóvenes. Recomienda ver como nos sigue el Estado Islámico, en nuestras propias fuentes, en la vida diaria, en lo que hacen ,quieren, buscan los jóvenes.
Habría que escucharle no vaya a ser que el valle de los Reyes y los budas de Bamiyan se encuentren en el polvo eterno.
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