So oye decir que la libertad es el bien más preciado, aunque en las conversaciones en castellano no es tema habitual y realmente no se si nos sentimos libres o nunca lo hemos apreciado y buscado.
¿Puedo disfrutar del mundo sin saltarme las leyes?
En la película Easy Rider (1969) que traducida al título en castellano queda, como casi siempre, demasiado trascendente, unos tipos violentos del sur de US se cargan a Fonda y Hopper ; los ideólogos del film, director, actores, escritores y productor; un yo me lo guiso yo me lo como, en un Hollywood marginal.
No es una historia del Far West aunque los protagonistas lleven nombres de famosos pistoleros; es un cuento de traficantes de drogas, de consumidores, hippies, melenudos y gente que en el fondo no esta muy contenta con lo que hace, aunque cada uno de ellos lo interpreta a su manera. Al final los dos acaban juntos.
Estamos hablando de los sesenta, a finales, con Nam a tope y Nixon en la presidencia. En uno de esos diálogos entre Nicholson y Fonda se habla de libertad.
El hippy, consumidor de marihuana, Peter Fonda , bondadoso y tranquilo, piensa que a los demás les asusta el pelo largo.
El abogado del sur, Jack Nicholson, borracho, niño bien del lugar, mujeriego y cínico, opina que les da miedo la libertad que representan no el pelo largo y que entonces les ven como peligrosos. Fonda ingenuo se pregunta si no se trata, precisamente, de libertad.
El ser humano rara vez va a la esencia de las cosas, da muchos rodeos temeroso de las consecuencias; como un torero que nunca se plantase delante del toro y llegase un aviso y otro. En el arte de la tauromaquia manda al toro al corral y el maestro debería dedicarse a otra cosa. En la vida hay quién se lía a tiros y la mayoría miran a otro lado.
Por cierto la banda sonora es magnífica y no muere al final, perdura eterna como la libertad.
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