Un delicioso pequeño de casi cuatro años me ha asegurado que él es un "master builder" lo ha aprendido en el Lego movie y lo dice porque sabe manejar muy bien las piezas de Duplo y las de Lego clásico y construye sus fantasias. Sabe de lo que habla.
La palabra master se utiliza para todo. Y lo malo es que se utiliza como si quisiesen decir algo, con significado. Por supuesto están dejando mal a esos pocos masters, estudios, que si tienen un valor añadido, pero la horterada nacional ( o el délito de falsificación) está demostrado que llegó al PP y también al PSOE.
Muchos políticos, incluido el presidente, han debido hacer un master cum laude en sandeces. Un master en tener una cara de cemento para dedicarse a lo que se dedican. El ejemplo ofrecido no deja lugar a dudas, no es el camino correcto. Los títulos hay que ganarselos currando como todo en la vida. El trabajo es el único camino, no basta con poner caras, ser fotogénico, repetir frases sin sentido, aprenderse reacciones copiadas, y decir que hay que dialogar. Pocas veces la calidad de los políticos fue tan baja y es una represenatción ajustada de una sociedad confusa, vacía de contenido, sin profundidad, donde al final cuando te mueras te darán un master en haber sido un buen ciudadano porque dijistes las mismas absurdeces que tus próceres.
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