Felices de haberse conocido.

Me he preguntado muchas veces si la ignorancia es una bendición, quiero decir si es algo que puede beneficiarte. 
Alguien dijo: "la verdad os hará libres", está en el Evangelio de San Juan, el discípulo favorito u otro Juan que escribiese al final del siglo I en griego. La frase se atribuye en realidad a uno que para muchos es Hijo de Dios. Es otro tipo de verdad, la verdad auténtica, la trascendente, la importante, no la que procede del estudio, los dineros o la sabiduría humana. Como siempre el individuo del cual habla Juan no se refiere a cosas de este mundo, habla a seres humanos, individuos sometidos a su propia condición, circunstancias, habla de otra dimensión, una perspectiva diferente. Por eso quizá Pilatos, romano, pragmático, político, según el mismo Juan le preguntó cinicamente: "Qué es la verdad?". No es una cuestión sencilla, no tiene una respuesta fácil. 

Creo que hoy pocas personas se hacen esa pregunta en el mundo occidental, civilizado, próspero, que ha alcanzado altas cotas de bienestar. 

Los manifestantes autotildados de pacíficos, los condenados por el procés si les preguntasen la misma cuestión, responderían diciendo que la verdad es que Cataluña sea independiente, la única verdad por la que viven, lo que les han contado en el colegio en catalán. Es bonito, son felices porque saben lo que es la verdad, el resto de las cuestiones las adaptan a este principio inamovible y tan felices.