Alan Pakula, concibió "Todos los hombres del presidente", garganta profunda sin sexo, periodistas investigadores, condición humana, FBI detrás, ambiciones sin Jesulín, para hacernos reflexionar. Como espectadores nos quedamos gratamente sorprendidos, se nos llena la boca de Watergate, honestidad por llegar a la verdad, a los periodistas se les llena más la boca, les supera. A mi me costó entenderla, por mi cortedad habitual, leí el libro, me seguía costando, una inteligente, guapa dama alemana, con la cual me porté cual caballero andaluz de Machado, me aclaró la cuestión en inglés:
-"Es una tema de fair play" (esto ni lo traduzco ya que es una frase de deportes y los españoles somos muy deportivos o deportistas de sillón).
Aquella brillante persona, cuando yo ni había cumplido los treinta, aquella buena mujer que diría mi mentor que no lo fue, don Luis Sánchez Polack, tenía razón toda la razón. No se lo que pensará esa misma dulce germana, que ahora que lo pienso debe ser de la promoción de la señora Merkel, aunque siempre en el Oeste del país, de esos altos cargos españoles que consiguen disculpas para tener sueldos anexos o de la necesidad vital de una compañía de energía de contar con asesoramiento estratégico en un panel internacional. ¿Es eso fair play? ¿es decente? ¿no se ha ganado bastante ya?
Recurro de nuevo al sabio, digo lo de Marx, Groucho, "nunca pertenecería a un club que admite como socios a gente como yo", así debería darme de baja porque no se cual es la peor opción:
-Se necesita el brillante asesoramiento, es vital.
-Se paga algún favor, se tapan bocas.
-El sueldo es tan bajo que tienes que seguir asesorando al poder casi octogenario.
Garganta Profunda, FBI, lo decía: follow the money.
Ya ni lo traduzco que nos van a rescatar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario