Hay veces que tragarse píldoras cuesta mucho, ni Mary Poppins, con sus canciones, te ayuda. Días de calor, mucho calor, como corresponde a esta época del año. No se puede decir que España esté de veraneo porque en eso de la nueva normalidad supongo que también existe lo del nuevo veraneo que significa como no veranear. En medio de los sofocos se leen cosas, hay dos que son preocupantes, distintas, no se parecen en nada, sin embargo afectan a asuntos esenciales, instituciones. Una son los fallos en preguntas relativas a las pruebas que deben hacer los alumnos para acceder a la universidad, ha habido errores, confusión, lío. Supongo que le puede suceder a cualquiera, pero la cuestión de la cultura no se soluciona, el mundo da la sensación de ser cada vez más inculto, el ambiente en España también. La cultura es una asignatura pendiente donde lo que preocupa es una versión de la memoria como los reyes godos, la lista, que había que saberse de memoria. En un mundo de incultos cada vez lo somos más. El otro tema es institucional también, le preguntan al presidente del gobierno que pone unas caras, da unas respuestas que insulta al público, realmente es como si estuviese tratando a niños pequeños de nivel intelectual bajo. Ante lo que sale en los medios no explica, con medio asomo de claridad, que significa eso de la inviolabilidad del monarca emérito, no vaya a ser que nos haga mucho daño. Un padre asustado contestando a una pregunta de sexo en el siglo XXI. No se si es miedo, precaución, consejos de los asesores, falta de criterio, ignorancia o una mezcla de todo, como si España, sus habitantes, con siglos a sus espaldas, quizá cada vez más ignorantes, pero que prefieren que no les traten como sujetos que no son capaces de afrontar lo que pueda ser, por muy desagradable que sea.
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