En algún lugar he leído algo sobre el Brexit como si se fuese a acabar, como lo del covid y variantes, que ahora dicen llegan de Inglaterra; tal ocurrió con la minifalda, los Beatles, Stones o el English breakfast. Siempre dije que los políticos británicos de entonces ,1973, se unían a la CEE, prometedora organización, próspera ,por puro interés, se quedaban atrás, perdían dinero. Luego nada de Schengen ni Unión Monetaria, mantuvieron la pound, todo lo esencial que pudieron guardar, no hubo cuestiones de Defensa que tocar, todo lo importante a la NATO; tampoco iban a aprender francés, aunque fuese idioma común, sus empleados disfrutarían de vida/sueldo en los puestos donde pudiesen medrar con el Eurostar, de vehículo, en las reuniones controlar, evitar que prosperase demasiado el asunto. Ahora los tiempos han cambiado para UK, para el resto. La culpa es tanto de unos como de otros ,pero esos británicos son más rápidos en cambiar, con lo conservadores que son, no cambian lo esencial para ellos. Mientras Alemania y Francia, los teóricamente grandes, han sido incapaces de liderar, el resto, una tarea enorme; con todas las adhesiones que ha habido somos en conjunto bastantes incapaces de superar las pequeñeces y egoísmos que nos impiden realmente ser una Unión, los políticos hablan de eufemismos para ocultar los verdaderos obstáculos, nosotros mismos. En las Españas sabemos mucho de eso porque lo aplicamos a nuestro propio dilema existencial con 17 autonomías que ya son muchas para este territorio, cuando en la UE son ahora 27 naciones, queremos ser una Unión grande/fuerte con parafernalia del siglo XXI y conceptos casi medievales.
sábado, 26 de diciembre de 2020
El Brexit que no acaba.
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Las grandes ideas, los grandes constructos, la visión inspiradora no puede con los egoísmos ni con los individualismos
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