King of cool, nadie molaba como él.

Jugamos contra un equipo duro, que acaba de ser vapuleado, reservándose, con un entrenador que fue expulsado de aquí, hundido en sus ilusiones, derrotado en Champions con goles, muchos factores en contra nuestra más nuestras carencias, suena a encerrona. Un amigo muy del Sevilla sabe que están ante una gran oportunidad, lo sabe todo el mundo. Acostumbrados a lo que estamos no nos vamos a rendir. Mientras un algoritmo, la ciencia en general, las estadísticas científicas,  cálculos, el juego simplemente, ha sentenciado al Madrid, sólo tiene un 3% de probabilidades de ganar la Champions, mucho me parece; el que más tiene es el City (?) desconozco las  justificaciones. Es bonito cuando sabes lo poco que pintas para los demás e incluso podría apostar. Seguramente es como cuando Jim Carrey le pregunta a una chica pelirroja muy guapa si tiene posibilidades de ligársela y ella responde: "ni una en un millón'. Jim se va feliz diciéndose que tiene posibilidades, alegre como un colegial,  claro que la película es Dumb and dumber. Tengo otro amigo, este madridista, de fino juicio que le gusta la conclusión de Cincinatti Kid con Steve McQueen, nadie molaba como él. Escena casi final, el magnífico Edward G Robison el rey del póker the Man esta perdiendo, the king of cool lo tiene cogido, sudor, tensión, queda por descubrir una carta, una jugada inimaginable. Robinson está pasado, se hace más viejo, gana y le dice "eres bueno kid, te dará para vivir, pero mientas yo viva siempre serás un número dos". Estamos vivos lo tienen que oír todos los que nos entierran en sus sueños, aunque esta semana podría ser de funerales al fin y al cabo la película transcurre en New Orleans..