Organizaçao.

Hay cosas que no se como hay que tomárselas, quizá con sentido del humor, es una receta interesante, ante el ejemplo. Bruxelles como yo la llamo es una ciudad que encierra sus mundos como todas, una ciudad de provincias capital de una nación completamente dividida, capital de un proyecto llamado Europa, una ciudad donde sobre todo privan los intereses en un país que no quiere perder un duro de su poder adquisitivo, todo se compra, se vende, los extranjeros disfrutan allí aunque oficialmente se quejan de la dureza de la vida. Si no existiesen sus sedes de la NATO o UE u otras organizaciones sería una tranquila capital de provincias, pueblerina, monótona, igual de falsa, los belgas gustan de la buena vida despreciados por los franceses históricamente como gustan de sus vinos su cocina, eso que se llama chic. El gobierno de Alemania, cuando el famoso edifico Berlaymont exhibió sus problemas de amianto y el gobierno belga se negaba a gastar dinero, ofreció todos los edificios de Bonn inútiles al trasladar la capital a Berlín y los belgas se pusieron a solucionar el problema, acojonados. Ya no hay británicos en la UE, más plazas para el resto, no se si alguno estaría en la rue des Pierres, el otro día, cerca de la bella Grande Place o el Maneken Pis, el centro. En esa calle hubo un despelote, los romanos lo llamaban orgía, donde han pillado a un eurodiputado, húngaro, opuesto, oficialmente, a todo lo homosexual, no se si dador o tomador. El anfitrión declaró que se toman un café y bueno hablan o hacen otras cosas. No podían enseñar la documentación a los policías porque estaban en calzoncillos. Es que con la covid-19 Bruxelles es estresante, todos declararon haber pasado el coronavirus, no se si por el contacto cercano.

Ya saben hay un chiste de un portugues, tímido, humilde gente, le invitan a una orgía cinco varones cinco hembras, se desnudan apagan las luces ocurren cosas, el portugues la enciende y pide:organizaçao.

No se explica lo que le han hecho dos veces seguidas siendo el reparto equilibrado.