No se yo lo que pensarían nuestros antepasados, ni qué lejos debo trasladarme para saber que pensarían de ver los medios de comunicación tratar el asunto este de las fiestas navideñas junto a la vacunación que no sabemos aún detalles. Depende de cuanto nos traslademos en el tiempo veremos a nuestros abuelos en la post guerra civil/guerra mundial en una España de amor y lujo, certezas y prosperidad, si vamos más atrás esa España de los años 20/30 disfrutando de guerra en Marruecos, estabilidad política, claridad internacional, república, Frente Popular, guerra civil, todo en paz y armonía, amor y lujo. No nos vayamos a las dos primeras décadas del siglo XX, ni más atrás. Muchos de nuestros abuelos dirían que no es tan malo celebrar una Navidad en el entorno familiar de la vivienda, sin correr riesgo, que habrá más navidades, que lo importante es pensar en el significado de las celebraciones no en los langostinos, la pularda, los ibéricos, el cava (los catalanes), los mazapanes, polvorones y roscón de Reyes, que no es tan grave y ya llega la vacuna Alguien dirá que hemos vivido muy bien muchos años, que en España se vivía muy bien se avanzaba en medio de aciertos equivocaciones, que así estábamos cuando llegó lo de la covid-19 que lo trastocó todo, entonces ¿por qué no seguimos mirando adelante, dejando el pasado, concentrándonos en mejorar el futuro? Seguramente es una sensación errónea, aquí hay rigor, coherencia, sentido común, honestidad, se trabaja, se demuestra en el día a día con el ejemplo de políticos, gobernantes y futbolistas, ya no toreros, intelectuales de izquierdas, tertulianos, o todos los que salen deleitándonos con ideas dignas de Perogrullo, a nivel nacional o autonómico como la coordinación de la pandemia.Nuestras vidas son los ríos...
viernes, 18 de diciembre de 2020
Jorge Manrique, poeta.
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