Otra noche de frío, con todo decidido, muchos no habituales y bajas en el centro del campo. No es fácil concentrarse con el mundialito (vaya nombre) y se piensa en otras cosas. El mayor mérito es que intentan mantener el ritmo, cierta presión y no dan facilidades al rival que sea. Un partido muy descompensado.
Los búlgaros del Ludogorets ilusionados y en plan turista corriendo mucho todo el partido y perdiendo un jugador expulsado durante 70 minutos. Sólo perdieron 4-0.
Es uno de esos partidos donde al rival se le pueden hacer muchos goles y CR7 pudo batir otros records, el caso es que tiraron y llegaron una barbaridad de veces, sin embargo brillaron por la imprecisión en el momento final al tirar al cuerpo del portero, echarla fuera, centrar mal o que el buen portero visitante interviniese bien. Ya pasó en el partido de ida, es de esos equipos que se libran de una mayor goleada.
Lo positivo es la contribución personal de algunos como Illarra, Navas, Varane o Nacho. Sobre todo se apreció la agilidad y ganas de Navas y el afán por subir la pelota, defender y tener protagonismo de Illarra.
Eche de menos (los echo de menos mucho) pases largos cuando se desmarcan, no se porqué Kroos no lo practica. Chicharito se desmarcó, pero no le ven y falló muchos goles al igual que Bale, que debería concentrarse más en ayudar, ver a los demás, trabajar como hace James cuando juega. De hecho me parece que se ha dado cuenta CR7 y asume que el galés es así, al menos en estos partidos y le deja. Isco curró, como siempre, pero se perdió en eternos regates, Coentrao subío poco y Marcelo cuando salió fue el colmo de la imprecisión, hasta Arbeloa y Medrán marcaron. Y Jesé de vuelta, poco a poco, sin prisa.
Misión cumplida en Champions, pleno de victorias, que no es fácil, y a otra cosa. Ahora a esperar rival en octavos y ver quién toca y como estamos entonces, lo de siempre.
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