Dicen que lo que se vive en los primeros años de tu vida te marca definitivamente, puede; si así fuese todos deberíamos tener mucho más cuidado con lo que hacemos o decimos delante de los niños, con nuestro comportamiento y nuestro ejemplo.
Los niños lo escuchan todo.
Yo recuerdo las imágenes de "Malizia" una película de Salvatore Samperi , la única que me viene a la memoria de las que dirigió, e interpretada por Alexandro Momo, fallecido a los 17 años, un año más tarde; cuando ya había hecho de asistente del genial Gassman en "Perfume de mujer", del gran Dino Rissi, un verdadero maestro del que si recuerdo otras genialidades.
El adolescente Alex Momo murió en un accidente de moto, desafortunado, terrible, en pleno éxito, como promesa del cine y el recuerdo de sus buenos detalles.
Ahora ha fallecido Laura Antonelli, la protagonista de "Malizia," la que rodó con Visconti y Scola; la guapa, guapísima, que además nos parecía terriblemente sexy o irresistible como decía Yves Montand de la Monroe.
En efecto hay cosas que cuesta mucho aguantar, imposible casi resistirse.
Una mujer que despertaba algo en los varones que le daba cierto poder y sin embargo no le hizo muy feliz o no llevo una vida feliz. Al parecer murió sola como morimos casi todos o todos, aunque quieren decir que vivió sola casi toda su vida o se sintió sola. Verdaderamente nos parecía bellísima.
Malizia no es una buena película, más bien floja; hay que verla a una edad, en unas circunstancias, sentirla y dejarse llevar; es de una época ya pasada, diferente, sin nostalgias; con sus cosas buenas y otras no tanto, ilusiones y sueños para los que tenían edad de soñar y en uno de ellos podría aparecer Laura o volver a aparecerse.
¿Por qué no?
¿Por qué no?
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