Subastan un Da Vinci y bate records ¿qué esperaban?
Mucha categoría, ninguno en manos privadas y mucho marketing, alguien ha hecho un excelente negocio. Es fácil tienes los dólares, el sitio donde colgarlo y lo compras.
De negocio no va esto de las elecciones en Cataluña, ni con la mala película de "ocho apellidos catalanes" ni con una copa de cava ni cualquier otro debate o camuflaje.
Es una situación rara, anti natura.
No sólo va a haber candidatos en prisión preventiva, orden de busca y captura o un sumario pendiente sino que la alianza soberanista es como un engendro.
Están los de la CUP ( los que son anti sistema y lo tienen claro), ERC ( izquierdas ancestrales republicanas) los del PdeCAT ( ex Convergencia, derechas, peseteros, sin rumbo, perdidos)
¿Cómo puede salir algo decente? Sólo les une el odio a lo del resto de España y su superioridad moral, democrática, ética e incluso futbolera. Si fuese entre ellos estarían a muerte.
El gobierno de una Estado "garantista", que pone la música de Mike Olfield de Tubular Bells y parece el toro que mato a Manolete. Es imposible en esas circunstancias no tener la sensación que los partidos constitucionalistas deben dejar a un lado esos matices en los que suelen enrocarse. Esto es un cuestión de Estado.
Además hay que desenmascarar todo lo que consciente y concienzudamente han hecho estos del procés, que ha sido mentir y manipular. Y hay que hacerlo con pruebas. Es culpa también de todos nosotros. Hay límites que es mejor evitar.
Sin embargo ese propio Estado de Derecho cree a Forcadell, la monja cabo que no llega a alférez, con su aspecto de no romper platos, no ha salido del Ampurdán ni le gusta y debe pensar que listos somos.
Ya lo decía Chiquito de la Calzada, sobre el Capitán Garfio cuando le picaban los cojones.
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