En política abundan los defectos, demasiados. Uno de ellos es la hipocresía. Una cosa es ser político, saber moverte, lograr pactos, acomodarte, otra ser falso. Una cosa es ser diplomático, educado, bien educado, prudente, otra gilipollas, es una cuestión de carácter, cualidades, capacidades y límites. Luego vienen los discursos, ruedas de prensa, caras, versiones, posicionamientos de los medios, los gustos e interpretaciones.
Hay muchas cuestiones que provocan reacciones, horas de radio y televisión, páginas de diarios, se acercan las vacaciones, hay que cerrar el Congreso por descanso del personal (?), hay que nombrar un presidente, un gobierno. Eso es fundamental porque lo contrario son elecciones.
Como los números son los que son, unos y otros se posicionan. Ahora toca presionar a Ciudadanos, porque sería lo más conveniente ya que Podemos es lo que es y los independentistas son lo que son. La cuestión es que ese partido, PSOE, que está en el gobierno provisional por un apoyo, creo que sin condiciones, de Podemos e independentistas, para echar a Rajoy, ahora quiere otros apoyos una vez lograda la silla, esos son los de Ciudadanos. Resulta que Ciudadanos no se fía. ¿Por qué no se fían? Seguramente porque su política con los independentistas es equívoca, sin límites, no sólo interesada por el momento sino sugerente, ofrecen dudas, ambiguedades, como Rodriguez Zapatero. No está Rubalcaba, él sabía lo que se pensaba, las verdaderas intenciones no la palabrería. Están Alfonso Guerra, Felipe González, son socialistas como Rodríguez Zapatero (?), no metieron a España en el ambiente de 2004 a 2011, ambiguo o equívoco, y gobernaron ¿Por qué?
¿No es una cuestión de límites?. ¿No se olvido González de rojos y azules, hay que ser socialista ante que marxista. Soy republicano, pero Juan Carlista, hay una constitución, OTAN de entrada no, Europa, etc...?
La política está para servir.
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