¿El sueño americano ?

Había vida antes del covid-19, después está por ver cómo.
Poco antes de los Planes de Desarrollo, Lazaga realizó "Sabían demasiado" en 1962, cuando el Madrid ya no arrasaba en Europa, aunque salen Puskas y Del Sol marcando.

El gran Leblanc se tiene que ir a USA a convertirse en gangster. no queda otra, en Alemania se conseguían otros sueños. Juegan al mus cuando C. Velasco, profesora de inglés  enamorada llega interrumpiendo. Le preguntan 

-¿Qué sabe de Chicago?

Conchita que es una profesora redicha, castiza, responde:

-Todo, lo sé todo- y les da una lección de geografía importante, nada de coronavirus.

El Palillo es el lugarteniente, el Señorito el jefe, Camborio, Pianola, el Profesor, una banda como Dios manda. El Grillo y el Chepa no quieren progresar, ellos son carteristas eternos, J L Ozores sufría ya la enfermedad que le mató joven.

Cuando llega el Jefe de su cursillo intensivo en Chicago con su asesor "Joe seis tiros", rubio de agua oxigenada, sólo bebe whisky, nada de Dyc segoviano. No eramos de muchos grandes campeones, teníamos a don Guillermo Timoner en el palacio de los Deportes, a Bahamontes en el Tour. El café Gijón, en la peli, expone terraza con las sillas del Retiro, un chaval vende "le parisien", otro una corona de difuntos en Recoletos, un mal fario, que se la ponen a Colón en su estatua de descubridor, ante el guardia urbano estupefacto, cuadrado, saludando. Aparece Pepe Isbert que resulta que es un cabo de la Guerra de Cuba con modales de general, esencial para atracar un banco vacío. José Orjas es un serio abogado sin título. Todos acaban en la trena, los más inconscientes con mayores condena. A Ismael Merlo, el Profe, le preguntan:

-¿Qué es concupiscencia?.
Cómo quién no quiere la cosa responde:

-Aberración del instinto erótico-, mientras L Vázquez lee una novela del FBI

Es sólo una película, no ganó Oscars, pero aquellos personajes tenían dos cojones sin saberlo.