Debería escribir de aquello que sé, que conozco, entonces no escribiría de nada, no haría caso a mi psiquiatra que es amigo y nunca me ha hecho un psicoanálisis porque dice que no me hace falta, bueno tampoco me cobra. No soy calculador por eso siempre me equivoco, no como el gobierno con sus cálculos o los aspirantes a gobierno con los suyos. Ya empiezan las encuestas ante la crisis covid-19, la económica en el meollo del asunto, el pueblo va variando, aunque no demasiado. Lo curioso es que los de UP. ellas y ellas, votan los mismos, con una mezcla de ideas claras, cerrazón, hartez, resentimiento, venganza y maldad bolivariana.
Hay cosas que son difíciles de predecir. ¿Quién saldrá?
Leí que miles y miles de satéĺites se han agotado desde que empezó la carrera del espacio, todos han vuelto destrozados a la Tierra, el planeta maltratado, ninguno ha hecho daño a nadie, no como el coronavirus. Dice el señor Rosell, en un programa que no he visto, que a lo mejor le procesaron por ser catalán, presi del FC Barcelona o fichar a Neymar tan barato sin soltar pasta como los tontos del fútbol, el Madrid. Me han contado que Évole, el público que ha visto la entrevista, se queda con los dedos de los pies abiertos cuando oyen la versión política de su independentismo, un genio, catalán como Escobator, versión José Mota de Terminator, "que es robot, pero español". Sigo en el mundo del fútbol, el Athletic y la Real, tan vascos ellos, independentistas, herederos del santo patrón don Sabino, hombre equilibrado sin prejuicios, justo-iluminado, llegan al acuerdo de jugar la final Copa del Rey de todos con público, todos vascos para que no se contagien, porrque el ADN pesa mucho en esto del corona. Y así otra y otra, Quevedo, Valle, Sancho, Larra ¿dónde estais?
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