Juego telemáticamente con mi nieto en California, ahora montamos batallas, me acordé de las mías; entonces sentía el frío, envidiaba aquellos chaquetones, los abrigos de los alemanes en el puente, veía los hielos cerca, las densas nieblas, sufría con la mala mar en el Atlántico Norte; en el Atlántico Sur el blanco relucía. Hubo dos pelis que me marcaron no sabía bien lo que veía, la versión en castellano no estaba bien traducida en sus términos apropiados, sin embargo me daba igual, aquello era emocionante. Los alemanes perdían como siempre, aunque los actores fuesen prestigiosos ingleses, cierto es que aquellas dos unidades, maravillas de la ingeniería naval, óptica, y artillería cayeron combatiendo o sacrificados en especiales circunstancias, esos dos buques, prácticamente solos pusieron en jaque a la armada más prestigiosa que tenía aviación embarcada, un radar más desarrollado y la confianza de su líder político, el de Alemania no creía demasiado en sus gentes de la mar, al fin y al cabo siempre fue un cabo que llegó muy, muy lejos. El Bismark y el Graf Spee eran además hermosos, ágiles, precisos, no invencibles. "Hundir el Bismark" o "La batalla del río de la Plata" merecen un recuerdo, se ve que sus actores, no todos, han gozado de experiencia en WW II en diferentes especialidades o categorías que les permiten comportarse con gracia, estilo, que participasen en la batalla, que fuesen dotación de nombres como George V, Ark Royal, Illustrious, Renown, Rodney e incluso sufriesen serias heridas en combate, no me daba cuenta con diez años, todo era ilusión.
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