Echo de menos a Sánchez Polack, a Millán o a Mota, se inspiraban viendo la absurda realidad, me hacían reir. Cuesta escribir todos los días aunque sea a nivel bajo como el mío, porque me aburre la realidad, repetitiva de comportamientos, políticos, medios de comunicación, memoria,influencers, pandemia, opiniones sin fundamento, discusiones sin argumentos, como si fuese hablar de fútbol, como aquel vecino de asiento en Chamartín que ha estado años y años viendo fútbol, diciendo que Benzema es un petardo que falla muchos goles, cual Marca o As, todo muy respetable. Me niego hoy a volver a mencionar al gobierno, el de progreso, a lo que parece apuntar esta vorágine sin sentido, cuando lo que nos falla es realmente la capacidad del estado de derecho para no rendirse al que trata de adaptar la convivencia a sus gustos. Me queda la verdadera final de las Finales NBA y ya ha comenzado la Liga. Hay que ver el verdadero mérito del Madrid, que no ficha, que busca colocar a algunos todavía, jugadores que se vuelven fenómenos cuando se van, que son fenómenos antes de llegar, todos candidatos de muchos millones si pretenden venir aquí, que sueñan como Morata con todo el derecho, que lloran como Suárez para empezar una nueva vida llena de goles. Desde fuera son los mejores los otros entrenadores, jugadores, directivos, los del Madrid se derriten al llegar a Valdebebas, no digamos al túnel de Chamartín, siempre fue así, hay que jugar bien, todos los días, con o sin covid-19, público o no, y meter goles, uno más, siempre.
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