No se me puede olvidar, 20 septiembre de 1920, ese fué el día, también se que no voy a ser imparcial aunque intente ser equilibrado . En relación a premios, honores, recompensas, reconocimientos, nunca he demostrado gran interés, en muchas ocasiones no he creído en la intención de los que los conceden, sus motivaciones, la justicia en los criterios, la disparidad, la condición humana, el momento, pesan aunque hay estatus o procedimientos. Hay una recompensa, militar, que es la Laureada de San Fernando, prestigiosa desde luego , de hecho en los años setenta conocí a unos caballeros laureados individuales ya muy mayores que la lucían con orgullo. Un miembro de mi familia estuvo cerca, tuvo sus más y sus menos para que le propusiesen y ahí está su hoja de servicios, sus rifirrafes en el Tercio con el comandante de la 1a Bandera, luego jefe. En casa oí que cuando a Franco le concedieron la Gran Cruz existía el problema de elegir quién se la imponía en el desfile, se decidió que Varela, bilaureado, contaban que en el momento de imponerle la condecoración se oyó: -Paco, sabes que no te la mereces.
Cosas de africanistas, leyendas de legionarios resentidos o pura verdad, en sus tiempos del Protectorado tuvo ocasiones diversas que no cuajaron. Fue a propuesta del consejo de ministros por haber liderado y ganado la campaña de la guerra civil. Este primer año de covid-19 fue el 20 de septiembre el centenario del Tercio de Extranjeros, su fundación en Dar Riffien, la cuna, allí estaba mi abuelo. La unidad conocida posteriormente como La Legión, tiene su historia que merece ser conocida y reconocida, sobre todo su espíritu. Ya en su primera intervención al rescate de Melilla, después de lo de Annual se llevaron a cabo muchas gestas que fueron alabadas y muchas otras que no daban a basto para manejar administrativamente, quedan los nombres de los muertos, los heridos, los oficiales los primeros, las laureadas individuales y colectivas y lo más bonito el espíritu de un legionario dispuesto siempre a morir, quizá habría que condecorar ese espíritu tan escaso hoy. La verdad es que ya el espíritu del Tercio, en vanguardia, mayor riesgo y sacrificio, el credo legionario apuntan a gestas y condecoraciones, es lo normal, aunque gusta que te digan algo.
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