viernes, 22 de noviembre de 2024

El culpable es Disney.

 

Una buena infancia sin traumas es una bendición. El problemas es que resulta muy difícil no tener traumas si naces en Madrid un 29 de Febrero que ya te deja tocado y con Franco allí en El Pardo, barrio de Tetuán de las Victorias, sus progenitores funcionarios, colegio de Santa Cristina en la calle comandante Franco que es coincidencia, dos años y tocaba la flauta es demasiado lo que sufrió este infante.

Hay un pingüino muy simpático Pablito que le gusta el calor en la película "los 3 caballeros", al final se queda en las islas Galápagos o cerca como un señor. Claro que eso es ficción de Disney. La realidad en Australia es que un pingüino Emperador, de nombre Gus, que llegó a las costa de West Australia después de 20 días y ganar 3,5 kgs de peso ha sido devuelto a la Antártida. Aquí se toman a los animales y First Nations más en serio que a los humanos.  

Y es que desde que me llamo Enrique he vuelto mucho a Disney, la verdad es que nunca debí dejarlo. Me he dado cuenta que Mickey es un tío estupendo, como Donald o Goofy, con un carisma especial. Lo que más me gusta es que es amigo de sus amigos, muy buen amigo, siempre ve los aspectos positivos y no se mancha. No se como un tipo de Chicago, junto a otro de Kansas, Ub Iwerks, fueron capaces de crear lo que crearon. Ahora lo mezclo con los 3 Mosqueteros de Dumas o la Canción de Navidad de Dickens y me creo Mr Darling mirando por la ventana. Presiento que Sánchez fue alguna vez niño, un nene encantador.

Le llevarían al cine cuando su edad de niño antes de su adolescencia. No hubo grandes pelis de Disney excepto The Pooh o Los Rescatadores que la ví en Alemania con una conocida. Claro que el gran Disney murió poco antes de nacer Pedrito y hubo un bajonazo lógico. O a lo peor no entendió la historia de Robin Hood y la interpretó al revés. En la infancia se encuentran todos nuestros traumas. ¿Que le harían en el Ramiro? Tiene que haber testigos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario