No dimite nadie, no echarán a nadie, siempre habrá escusas.
Aquí en New South Wales llueve a manta de vez en cuando, tiene el clima que les corresponde con sus alteraciones climáticas fruto de la mano del hombre.El frío viene del sur con los vientos de la Antártida, esos son los vientos de Byron Bay. La costa este, sureste de Australia es seguida de playas largas de arenas limpias con escasa huella humana, ahora estamos en primavera. No hay muchas bahías o tenederos que decía un marinazo amigo mío y esos malditos ingleses aprovecharon las naturales que había para hacer sus puertos. En Byron Bay lo intentaron pero fracasaron aunque el antepasado de Lord Byron se llevó la gloria de la geografía.
Hay que reconocer que barajar la costa este u oeste de Australia en aquellos tiempos debió de ser una experiencia inolvidable. Voy a confesar una verdad, mi cobardía. El JS de Elcano, esa cosa la cual soy incapaz de describir con justicia, vino invitado al Centenario de Australia dos meses en estas costas. Antes de salir me llamó el Segundo de parte del Comandante, un hombre no fácil, ofreciendome el puesto de TN oficial Ayudante de Derrota. Tuve que decir que no, cobardemente, como si hubiese otras oportunidades.
Es el efecto Zeigarnik, con la edad es cuando más se manifiesta.
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