¿ Retirarse es morir ?

Hasta en la versión digital del New York Times se habla de retiro y aparece una foto. Un hombre de 90 años que no quiere retirarse y el periodista empieza a escribir. Y en realidad   ¿ Qué pasa?   ¿ Nadie quiere retirarse?   ¿ Ni Jay Lino,... ni Pedro J. Ramírez? No mezclemos casos. 

En la opulenta América retirarse significaba haber triunfado, jugar al golf, o tener un hobby, entretenerse o beber martinis. Se trabaja pensando en retirarse y ahora se dice que los mejores años están por venir  y el hombre vaga confuso en sus contradicciones.

Y todo este razonamiento necesita: Primero, lo más importante, de la salud. Depende mucho de como se llegue a esa edad de retiro, porque resulta muy dura la llamada jubilación cuando se arrastran enfermedades. El enfermo, el que sufre, el imposibilitado, bastante tiene.

Segundo, el poder económico. Si se tienen medios y salud se puede viajar, retirarse a Palm Springs, dar la vuelta al mundo en el Queen Mary todos los años o entregarse a gente que lo necesita, en asilos, hospitales y dar un poco de sentido a la vida.

Tercero, las obligaciones contraídas. Puedo uno tener varios divorcios, hijos tardíos que necesitan una educación, padres a los que mantener o hermanos.

Cuarto, cada uno es cada uno. La mayoría de la gente no disfruta en esos años de trabajo, no disfruta con lo que tiene que hacer todos los días y llega a la jubilación, ERE, despido anticipado o la situación que sea o simplemente llega la fecha de dejar de trabajar, esa fecha que tanto ha pregonado: Estoy deseando retirarme, y se le pone cara de estúpido . Más perdido que un pulpo en un garaje.

Porque el "retiro" hay que prepararlo y la vida hay que vivirla. Y al que le llegue, a la edad que sea, si no tiene impedimentos graves, debe enfrentarse con resolución, ilusión y ganas de hacer algo y contribuir a un mundo mejor, al nivel que pueda.

Claro que si nunca lo ha hecho durante su vida "activa" y se ha limitado a ver pasar el tiempo hará lo mismo, delante de un televisor deprimente y amparado en sus tópicos u miserias.

No se me enfaden.